En estos días dónde los recortes sociales en España es una política de hechos consumados por parte del Gobierno Español uno mira un poco lo que sucede en otros países y se da cuenta de que los gobernantes políticos responden al pie de la letra a las demandas que les hacen los poderes económicos de las grandes empresas.
Voy a comentar algunos casos a nivel mundial, hace unos días cuando se celebraba la cumbre de RIO+20 di a conocer en este blog y mi Facebook personal la alegría que me dio escuchar a José “Pepe” Mujica presidente de Uruguay con su defensa de la felicidad de las personas y tener otras pautas para vivir. Como siempre la realidad, los hechos son los que ponen a las personas en su sitio y es la que da y quita razones. Hace unos días saltaba a los medios de comunicación la intención del gobierno de Uruguay de contruir una tercera gran papelera en el pais probablemente sea de una empresa finlandesa.
A mucha población uruguaya le sorprendió muchísimo el discurso del presidente Mujica durante la conferencia de Naciones Unidas Rio+20, donde entre otras cosas habló sobre “el modelo de desarrollo y de consumo actual de las sociedades ricas” y si queremos equipararlo en todos los países del sur. “¿O tendremos que darnos algún tipo de discusión? (…) No tenemos que continuar gobernados por el mercado. (…) El desarrollo tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor arriba de la Tierra.” (2)
¿No será momento de comenzar a poner en práctica ese excelente discurso en su propio país?
¿Pero cómo se logra eso? ¿Cómo puede ir aproximándose Uruguay a un cambio del paradigma impuesto, al urgente cambio en el modelo de producción, comercialización y consumo que ha puesto en riesgo a todo el planeta?
Cubrir el suelo de Uruguay de monocultivos forestales y condenarse a ser una república celulósica no es la solución. Favorecer la instalación de una ¡tercera! fábrica de celulosa sólo aleja al pais decididamente de un desarrollo “a favor de la felicidad humana, del amor encima de la Tierra”.
La realidad dice que en estos últimso años no se tomó ninguna medida que efectivamente frenara la expansión de los monocultivos de árboles, ni propuestas alternativas de producción, todo lo contrario. Durante los últimos años hubo un importante empuje de plantaciones forestales en la zona este del país dónde se asentaron dos mega plantas de celulosa, una de ellas española (ENCE).
La imagen de “Pepe” Mujica buena tras sus declaraciones en Rio+20 no se ven refrendadas con sus hechos, aunque en estos momentos por ejemplo se proponga la legalización de la marihuana en su pais.
Perú otro ejemplo más dónde se pliega a los requerimientos de empresas mineras chinas (en este caso Chinalco) que por ejemplo construyen una ciudad nueva valorada en 50 millones de dólares para los habitantes del pueblo de Morococha cuando los rendimientos que va a extraer de la zona de dónde les desalojan son de 2.000 millones de dólares. Perú actualmente tiene más de 250 conflictos socio-ambientales abiertos.
Se podría hablar de más casos como Hidoryasen, Conga, etc..hay problemas en la mayoría de los paises de America latina afectados por megamineria o megaproyectos que no tienen en cuenta a la población local y que ponen en riesgo su superviviencia en las condiciones naturales del lugar.
Ante esta política de hechos consumados, solo cabe una solución y es la que todos debemos de realizar un cambio interior en nuestros valores y actitudes y trabajar conjuntamente entre todos para que se den las condiciones para un cambio de paradigma social.
Los políticos deben tener en cuenta las necesidades de la población (salud, un trabajo para vivir en armonia en su entorno, etc..) a la hora de tomar sus decisiones y no pensar en satisfacer a los poderes económicos.
Voy a comentar algunos casos a nivel mundial, hace unos días cuando se celebraba la cumbre de RIO+20 di a conocer en este blog y mi Facebook personal la alegría que me dio escuchar a José “Pepe” Mujica presidente de Uruguay con su defensa de la felicidad de las personas y tener otras pautas para vivir. Como siempre la realidad, los hechos son los que ponen a las personas en su sitio y es la que da y quita razones. Hace unos días saltaba a los medios de comunicación la intención del gobierno de Uruguay de contruir una tercera gran papelera en el pais probablemente sea de una empresa finlandesa.
A mucha población uruguaya le sorprendió muchísimo el discurso del presidente Mujica durante la conferencia de Naciones Unidas Rio+20, donde entre otras cosas habló sobre “el modelo de desarrollo y de consumo actual de las sociedades ricas” y si queremos equipararlo en todos los países del sur. “¿O tendremos que darnos algún tipo de discusión? (…) No tenemos que continuar gobernados por el mercado. (…) El desarrollo tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor arriba de la Tierra.” (2)
¿No será momento de comenzar a poner en práctica ese excelente discurso en su propio país?
¿Pero cómo se logra eso? ¿Cómo puede ir aproximándose Uruguay a un cambio del paradigma impuesto, al urgente cambio en el modelo de producción, comercialización y consumo que ha puesto en riesgo a todo el planeta?
Cubrir el suelo de Uruguay de monocultivos forestales y condenarse a ser una república celulósica no es la solución. Favorecer la instalación de una ¡tercera! fábrica de celulosa sólo aleja al pais decididamente de un desarrollo “a favor de la felicidad humana, del amor encima de la Tierra”.
La realidad dice que en estos últimso años no se tomó ninguna medida que efectivamente frenara la expansión de los monocultivos de árboles, ni propuestas alternativas de producción, todo lo contrario. Durante los últimos años hubo un importante empuje de plantaciones forestales en la zona este del país dónde se asentaron dos mega plantas de celulosa, una de ellas española (ENCE).
La imagen de “Pepe” Mujica buena tras sus declaraciones en Rio+20 no se ven refrendadas con sus hechos, aunque en estos momentos por ejemplo se proponga la legalización de la marihuana en su pais.
Perú otro ejemplo más dónde se pliega a los requerimientos de empresas mineras chinas (en este caso Chinalco) que por ejemplo construyen una ciudad nueva valorada en 50 millones de dólares para los habitantes del pueblo de Morococha cuando los rendimientos que va a extraer de la zona de dónde les desalojan son de 2.000 millones de dólares. Perú actualmente tiene más de 250 conflictos socio-ambientales abiertos.
Se podría hablar de más casos como Hidoryasen, Conga, etc..hay problemas en la mayoría de los paises de America latina afectados por megamineria o megaproyectos que no tienen en cuenta a la población local y que ponen en riesgo su superviviencia en las condiciones naturales del lugar.
Ante esta política de hechos consumados, solo cabe una solución y es la que todos debemos de realizar un cambio interior en nuestros valores y actitudes y trabajar conjuntamente entre todos para que se den las condiciones para un cambio de paradigma social.
Los políticos deben tener en cuenta las necesidades de la población (salud, un trabajo para vivir en armonia en su entorno, etc..) a la hora de tomar sus decisiones y no pensar en satisfacer a los poderes económicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.